De Lunes a Viernes a la
universidad. Autobús, línea 71, últimamente llueve bastante para arriesgarme a
coger la bici. Recorro mi barrio, el centro de la ciudad, toda la zona
universitaria hasta llegar a mi destino, la última parada. Es un trayecto de
unos 30 minutos en los que da mucho tiempo a hacer algo... pensar. Se me
revuelve el estómago cada vez que se que me toca pensar, que ya es una
obligación. No me gusta tener la mente en blanco.
Tenemos un sistema que nos
absorbe en cuerpo y alma, pero yo no quiero ser una más de ellos. Es un sistema
putrefacto, que convierte en mierda todo lo que ve , toca, o mira. Y me da
igual a estas alturas utilizar
expresiones tan vulgares, así nos entendemos todos. Y no solo es culpa de la estructura que
tenemos, si no de esas personas que están al mando, políticos que se creen
superiores a sus ciudadanos, y no me refiero con esto a Angela Merkel, o el
FMI. Voy a ir a algo más cercano: nuestros políticos, los españolitos que se creen
endiosados, y llenan sus bolsillos de nuestro dinero. Y digo nuestros porque
están ocupando cargos públicos y beneficiándose a partir de ellos. Estos seres
(ya dudo de su "humanidad") crean leyes que nos van a beneficiar a
todos, y ajustes económicos (que no recortes) para mejorar su querida España.
Pues bien, de querida tiene poco, porque no piensan en nosotros, en ninguno. Enchufismo,
estafa, imputados absueltos, barbaridades (turismo sexual, fiestas privadas..
con dinero público), regalar dinero público a Bankia, desahucios, nefasto y
caro sistema educativo, nóminas no pagadas.... quizás debamos ampliar el
término de "lo grotesco" a estas cosas también.
No es la decepción solo por lo
grotesco por la que escribo, sino por el comportamiento de la sociedad. Me da
la sensación que cada día que pasa estamos más divididos: los que se proponen
"levantar España" mediante el trabajo y sumisión y los que realmente,
a mi parecer, levantan España, aquellos que luchan por el futuro de una
generación perdida. Yo me siento parte
de esa generación perdida, y me entristece. Una generación en la que desde
niños nos han utilizado de experimento educacional, pasando de una educación
para elegir y pensar a una para ser esclavos del sistema. Y no hablemos
de la universidad... que ya no la llamaría pública, solo es accesible para unas
economías con unos mínimos. Me da profundamente pena el individualismo que ha
producido este sistema. Estamos tan inmersos en nuestras vidas y compitiendo
entre nosotros, para cosechar éxito (consecuencia capitalista) que los
problemas de los demás se nos quedan atrás. La filosofía y humanidad, hoy, 14
de noviembre de 2012, ya ha dejado de existir. Hablo sobre todo de la
educación, porque es lo que tengo de primera mano, todos los días, las 24
horas. Hablan de los estudiantes que protestan como "antisistemas",
"radicales", "perroflautas". Pues bien, si es así como
llamáis a los estudiantes concienciados con su época... está claro que lo que
buscáis son borreguitos.
Ahora, en los libros de geografía
e historia de primaria tendría que haber una nueva clase piramidal: Políticos, Bankia y la Iglesia (antigua
nobleza con el clero), Policías (los caballeros y guerreros), Trabajadores de
primera (burguesía a favor de los políticos), Trabajadores de segunda
(funcionarios y trabajadores clase media-baja, incluso burgueses "antisistemas"
), y la clase baja (desahuciados, parados.. y un largo etcétera.). Falta el rey
y la familia real, que en la época de la transición tuvieron mucho que objetar
pero ahora no sé dónde están, me parece que son otros que alimentan sus
bolsillos y propiedades. Con tanto alimento económico ya me va pareciendo
normal que cuando llegan a los trabajadores de segunda vaya quedando poco. Democracia
dictatorial. Parece mentira que hace menos de medio siglo los sabuesos
franquistas se colocarán al mando de España, y no se haya aprendido nada.
Hoy, 14 N, no ha sido un día
normal de autobús y universidad. Hoy es huelga, por todo lo que nos quitan, por
lo que es nuestro. El desquicio se nota en las calles, y solo puedo hablar de
lo que pasa en Valencia. Este enfado está convirtiéndose en una gran
revolución, a los que mucho llaman radicalismo. Personalmente, siempre he
defendido la paz, me parece algo de seres racionales. Pero veo que realmente el
radicalismo reside en los altos poderes, están ejerciendo una agresión matérica
(por el dinero) y psicológica. Están haciendo que nos afecte de tal manera que
nuestra racionalidad explote, escapar de la represión ejercida e ir en busca de
nuestros derechos. Si vosotros sois radicales, nosotros no seremos pacíficos.