jueves, 22 de noviembre de 2012

1


 
 
 


 
 
Es difícil explicar algo tan intrínseco como esto. Nunca había disfrutado tanto pintando (excepto por la mala imprimación de este lienzo). Me daba miedo enfrentarme a un cuadro de 80x100, más de mi mitad. Miedo a pintar algo mío. Miedo a que me dijeran tema "LIBRE".

Me recuerda a alguna de las miradas perdidas de las mujeres de Lichestein. Mirando a saber qué.

Una masa de carne, una cara, pretendiendo salir de lo imposible. Mirando a algo que le horroriza hasta una expresión casi desgarradora. Ahora mismo me horroriza todo, desearía que la cama me secuestrara y dormir y soñar lo no imaginable. Una masa encima, hasta el propio pelo es desconocido, agobiante.

Me gusta que la pasta sobresalga del cuadro, es como si se integrara al mundo, como si fuera el cuadro que se integrara con nosotros y no nosotros con el cuadro.

Miedo, miedo a la sociedad, economía, política, lo desconocido. Miedo a mi misma.

Mi profesora me ha recomendado corregir algunas cosillas... tengo que encontrar un trozo de tiempo, de ese que no me queda.

1 comentario:

Comentarios :)